viernes, 24 de mayo de 2013

HISTORIA Y USO DE LOS ACRÓNIMOS

El acrónimo es el uso de la palabra que se forma a partir de las letras iniciales de un nombre compuesto y a veces por más letras, sin embargo, debe ajustarse a las reglas fonológicas de la lengua  que se utiliza, por ejemplo SIDA por síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
Los acrónimos se han ido popularizando en los últimos tiempos, de forma que en la actualidad su uso es generalizado, si bien son todavía más frecuentes en los lenguajes técnicos utilizados en las especialidades profesionales, como medicina, informática o ingeniería, asi como en los nombres de organizaciones y compañías.

En sí mismas, las siglas y las abreviaturas no forman palabras nuevas: se trata de reducciones gráficas que, en principio, tienen lugar sólo en la escritura pero no en la lengua oral. Sin embargo, a menudo sucede que el uso de la abreviatura se acaba extendiendo también a la lengua hablada: en lugar  de pronunciar la expresión completa se pronuncian solamente las partes resultantes. Se produce de esta manera un acrónimo o palabra nueva formada a partir de los acortamientos de otras.

Esto es lo que sucede  con palabras como Ave, Unesco, Renfe, Talgo, Uned, ovni (objeto volante no identificado), Gestapo
(GEheime STAats POlizei), Unesco (United Nations Educactional Scientific and Cultural Organization)
(Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y algunas otras más que han pasado a pronunciarse en la lengua oral como palabras independientes y se ha olvidado su origen de siglas.

Entre los acrónimos que dan lugar a un nombre, el ejemplo más famoso, es el de los primeros cristianos que, perseguidos por paganos, dibujaban sobre las paredes un pez, era como decir Jesús, en secreto. La palabra griega ichthys significa pez y estaría formada por las iniciales de la frase griega Iesus Christus Teu Uos Sote, que quiere decir Jesús, Cristo, Hijo de Dios, Salvador.




Bibliografía

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